Por aquí todo va igual, a veces hay juegos de cartas, otros días son de películas, ir a ver las estrellas, fumarme un porro con el Antonio, reírnos de las mismas cosas,de la misma gente y siempre, siempre querer reírnos más. Ya no me voy a quejar de que quiero terminar la escuela, de que quiero irme de aquí; por ahora estoy tranquilo: feliz, y eso es todo lo que puedo pedir.