Fui al baño y sin querer cerré la puerta del cuarto, cuando volví, me di cuenta que tenía llave. En el momento; no sabía si reírme o morirme. Tomar eso como una metáfora o un clic mamon de esos que da la vida (bla bla)
Dormí como nunca.
Por la mañana, decidí dejarlo cerrado, por un momento pensé en congelarlo: sí.
Dejar las maletas, la compu, la agenda.

Pero no. No va por ahí.




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