Rápida y
elegante, camina entre avenida insurgentes y Colima. Mocasines italianos, ropa
invernal lente obscuro y sombrero fedora: da cabida al misterio y la
ficción. Con su objetivo muy claro (al
menos fisicamente) fija la mirada en personas paralelas y se burla de
la sencillez que llevan puesta; ridículas,
ordinarias… Ignora a tiempo el veneno y vuelve a su
objetivo. Con la barbilla en alto y el orgullo de la Félix; que lindo día se
dice… pasa por su agua mineral y su bagette saludable de la calle puebla;
invita al sarcasmo a su mesa, buenos días,
que sofisticada…. Luego llega el
amor propio (“el gran culpable”): ¿ya
leíste a la Muller?, ,te vez brutal, amo tu bufanda…salen del café; con café
en mano y la realidad se les avienta en la calle Chapultepec: gente por todos
lados, anuncios, charcos, carros, una mueca, un suspiro y el empujón inesperado que le recuerda comprar antidepresivos, volver a la clase de ashtanga, retomar sus planes de visitar Sicilia, leer a otra vez a Kavafis… y
el sarcasmo como un monstruo de Goya se adelanta: le recuerda sus cuentas y
toma un taxi: todas se suben. Da órdenes al taxista de cara gorda y afable: a Rodolfo Gaona; por ingenieros militares; ve la realidad irse
rápido y ensimismada se pregunta: porque sonríe tanto, ¿no hay bastante tráfico?, su color de piel, ¿cómo le hace?…y el amor propio
llega como un ángel de Fra angélico y le pide prudencia y respeto… se sumerge en
ella misma. ¡Focus!, son ochenta y tres pesos,
no tengo cambio y la furia y las muecas aparecen de nuevo. Un portazo, quédese con el cambio, que gente tan inútil piensa
y como arte de magia: una farmacia del ahorro; Venlafaxina por favor, 150
miligramos solamente, muchas gracias… alsalir: la
realidad estancada, más personas indiferentes y cambios bruscos de
escenarios…todo bien, ya casi llegas, ya está aquí al frente la gran casa del
sarcasmo: un imponente corporativo azul que la deja sin palabras todas las
mañanas, segura y un poco agotada entra al edificio, el amor propio ofendido, y
los mounstruos de goya diciendo buenos
días, ¿como estas?. Abajo el sombrero fedora y el lente obscuro, buenos días al objetivo. De nuevo, la barbilla en alto, te vez increíble, vamos a ver quién gana este juego
de vencidas.